Servicios del Ciclo Integral del Agua
en Huelva capital
Excavaciones arqueológicas han demostrado que el agua en Huelva se guardaba en pozos realizados en el nivel freático con las pizarras de las antiguas casas tartésicas. Pero son los ingenieros romanos quienes ya idearon a mediados del siglo I un acueducto en la vieja Onuba Aestuaria sorteando los cabezos para abastecer una ciudad que requería grandes cantidades de agua para la próspera industria de la salazón de pescado. El pueblo lo llamó la “Fuente Vieja” y hasta bien entrado el siglo XIX sirvió de manantial junto a otros muchos pozos que jalonaban la ciudad de Huelva como única red del cotidiano vivir donde los vecinos saciaban la sed. Uno de los más conocidos fue el Pozo Dulce, en la barriada del Matadero, pero también existieron el de Vizcaíno, en la explanada de las llamadas Tres Calles, el de Regaza, en los aledaños de la calle san Andrés, y el Pozo del Rey, en la plaza de la Soledad, o la llamada Noria de Faría, en las proximidades del Lazareto. Desde hace dos años, Aguas de Huelva patrocina visitas guiadas mensuales a la Fuente Vieja través de la empresa de naturaleza y patrimonio, Platalea (http://www.platalea.com/).
La necesidad de captar el agua procedente del acuífero del Conquero y hacerla transportar por galerías subterráneas a la ciudad a través de este acueducto tuvo que sortear la apertura de pozos ilegales que disminuían el caudal y la lógica sobreexplotación de esta agua, poniéndose en riesgo en ocasiones su salubridad.
Será a principios del siglo XX cuando algunos de estos pozos disminuyen su capacidad y se declara de interés público el abastecimiento de zonas céntricas de la ciudad como la Plaza de San Pedro, uno de los puntos más elevados de la población, donde el Ayuntamiento abre a finales de 1919 un pozo artesiano estableciéndose que “el contrato se celebre con una de las casas que por un precio fijo garantice el abastecimiento del agua potable sea cual fuese la profundidad a que sea preciso captarla”. Sin embargo, en período álgido de sequía, como la sufrida en 1925, la población no cesó de acudir a coger agua del viejo acueducto romano.
De varios depósitos en la periferia de la capital se surtió también agua potable a la población: desde el barranco Barroso de la finca “la Calvilla” de don Antonio Checa; desde Peguerillas en la finca de Guillermo Sundheim y su socio Carlos Doetsh; del depósito de don Antonio Mora en la subida del Conquero. Precisamente del manantial de este cabezo, por medio de los arquitectos Monís y Serrano, el agua que llegaba a la Fuente Vieja se pudo trasvasar a la Fuente de San Pedro. El propio Doetsh y Kilt solicitaron del ayuntamiento capitalino que el agua de la finca de Peguerillas se construyeran en la ciudad algunas fuentes, como así surgieron después próxima al antiguo Hotel Colón, en la plaza Niña, o en la esquina de la calle Carmen con Tendaleras.
El abastecimiento desde el pantano de Beas, cuyas aguas eran de excelente sabor natural y apreciada calidad, fue una conquista atribuida al alcalde Quintero Báez en la década de los años veinte, que sirvió hasta el crecimiento demográfico de los sesenta.
En el año, 1925, el regidor de Huelva Mora Claros formalizó un contrato de escritura pública con 'La Metropolitana de Construcción SA de Barcelona'. Un acuerdo destinado a habilitar la infraestructura de abastecimiento en la ciudad y el embalse de Beas. El contrato otorgaba a la empresa la explotación del servicio con la creación de una sociedad cuya gestión duró hasta 1958, fecha en la que el servicio pasó de nuevo a la titularidad del Ayuntamiento.
El desarrollo industrial del Polo de Promoción requirió entonces una nueva solución a los problemas hídricos y la garantía del abastecimiento de la capital onubense, que pasó por la construcción del pantano del Chanza que fue inaugurado en 1987 y cuyo ámbito geográfico corresponde a la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
Con la Huelva industrial se privatiza el suministro, pero en 1904 se dan los primeros pasos para la municipalización de las aguas y en 1970 se constituye la actual Empresa Municipal de Aguas, que en sus primeros años de vida impulsó fuertemente la red de distribución. Del embalse de Beas, los onubenses pasamos a suministrarnos del Piedra y del Chanza.
En marzo de 2006 la empresa de Aguas de Huelva y la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas de España (ACUAES), firmaron un acuerdo complementario a las actuaciones desarrolladas con anterioridad, que conformaban las mejoras del anillo Hídrico de Huelva. El objeto de la firma era dar inicio a las obras de ampliación, mejora y modernización de las infraestructuras hidráulicas existentes de la ciudad de Huelva y su área de influencia. Mediante la ampliación de la estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) El Conquero, Aguas de Huelva ha conseguido casi duplicar la capacidad de tratamiento, asegurando y mejorando el abastecimiento a una población de unos 150.000 habitantes. LA ETAP de Huelva es capaz de tratar cerca de 90 millones de litros de agua al día. La puesta en marcha de la estación Depuradora de Aguas Residuales culmina todo un largo y apasionante proceso en aras de un moderno y seguro servicio integral.
Actualmente, la Empresa Municipal Aguas de Huelva, S.A. es una sociedad de capital mixto participada mayoritariamente por el Ayuntamiento de Huelva, y por Hidralia, Gestión Integral de Aguas de Andalucía, S.A. Aguas de Huelva Se encarga del Ciclo Integral del Agua, en la ciudad de Huelva preocupándose por cuidar y garantizar el suministro y la calidad del recurso.
Referencias históricas: Juan Castizo Reyes -Historiador-